Libardo
Tristancho Calderón

Licenciado en filosofía

Lo que he llegado a ser y hacer: licenciado en filosofía por la Universidad San Buenaventura (Colombia). Tengo diplomados en educación, una maestría en educación y un doctorado en ciencias de la educación. Durante muchos años me he desempeñado como docente de filosofía a nivel de licenciatura, siendo mi fuerte la filosofía antigua. Además, como docente he trabajado en diversas universidades impartiendo la materia de epistemología para maestrías y doctorados en educación, economía y salud pública (San Francisco Xavier de Chuquisaca y la Universidad del Beni, entre otras). También he impartido clases de hermenéutica (UMSA), metodología (UMSA), filosofía de la educación (La Salle), ética en educación (La Salle), epistemología e investigación (UPEA). Por otra parte, he publicado textos referidos a la filosofía y la educación: Filosofía de la educación, de Homero a Platón (2016, tercera edición); El Himno a Démeter (traducción del griego en coautoría, 2017); Epistemología (2019). A la vez, tengo algunas publicaciones en la plataforma SCIELO, siendo la más destacada “Una aproximación a lo que es la filosofía de la educación”.

Actualmente, me dedico a la docencia en la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” (en donde, a la vez, soy proyectista de dos diplomados para el departamento de Cultura y Arte) y a colaborar con dos doctorados en la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca. Por otra parte, he postulado para ingresar a la Sociedad Boliviana de Estudios Clásicos en Bolivia y a la sociedad de estudios iberoamericanos en Foucault. Además, estoy escribiendo un libro sobre filosofía y educación en el que presentaré la “psicagogía” como una forma educativa que se ha perdido, analizando los componentes de esta y las formas en que ha mutado la educación (de la psicagógica a la epistémica).

Área de especialización: Filosofía y Educación

“Cuando comienzo a escribir un estudio, un libro, cualquier cosa, no sé realmente dónde va ir ni en qué desembocará ni lo que voy a demostrar” (Foucault, el bello peligro, p, 49).